Mientras que el pescador quitaba el anzuelo al pececillo para echarlo a su cesta, el pez le suplicó al pescador omplorándole:
- ¡Señor pescador, por favor, devuélveme al agua!

El pescador sorprendido replicó:
- ¿Quién eres tú para intentar convencerme?
- Soy pequeño y no valgo mucho, cuando sea grande, podrás atraparme de nuevo, y entonces seré para tí más provechoso- le dijo el pececillo, a lo que pescador le respondió.
-¿Pescarte después? ¡Eso nunca! ¿Quién me asegura que tendré la suerte de volverte a pescar? - replicó el pescador -, bien tonto sería soltar la presa que tengo en la mano para contar con la insegura presa futura, por más grande que sea! - Más vale una moneda en la mano, que un tesoro en el fondo del mar.
Moraleja de la Fábula el pescador y el pez:
No debemos dejarnos llevar por la avaricia ó querer tenerlo todo en un momento. Apreciar lo poco que tenemos en momentos de escasez es lo correcto que debemos hacer, y no desaprovecharlo por que pensar que llegará abundancia en un futuro, sin valorar lo que tienes en el presente por más pequeño que sea puede ser una decisión muy mala.
Espero que te haya gustado el post El pescador y el pez, Fábula de Samaniego con Moraleja apóyanos haciendo un click en me gusta, un tweet, ó dejando un comentario.
material bastante bueno, eduactivo
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