Un cuervo que miraba la hazaña de el águila al atrapar al corderito, pensó también en repetir lo que hizo el águila, diciendo:
- Yo también haría lo mismo que ha hecho el águila, dijo el cuervo.
- Volaré con velocidad hacia el cordero, lo atraparé con mis garras y me lo llevaré a mi guarida para comerlo, dijo:
En eso el cuervo decidido se lanzó sobre uno de los corderos, teniendo en cuenta que no había cazado nunca una presa de ese tamaño. Tan mal le fué su plan, que al no ser sus garras como del águila, estas se enredaron en la lana del cordero. El cuervo batiendo sus alas desesperadamente no logró soltarse y cansado de tratar de alzar vuelo, el peso del cordero lo venció y por más esfuerzo que hizo no pudo llevarse al cordero.
En eso un pastor al ver lo que sucedia cogió al cuervo, y cortando la punta de sus alas, se lo llevó para mostrárselo a sus hijos. Los niños entonces le preguntaron a su papá que clase de ave era, y el les dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo; pero él se cree un águila.
Moraleja de la fábula del águila, el cuervo y el pastor:
Antes de tratar de imitar a otros personas que destacan en diversas actividades, reflexiona si realmente estás preparado para hacer ó realizar lo que ellos hacen. Reconoce el don que tienes y esfuérzate y destaca en lo que te gusta hacer, no trates de copiar lo que hacen otros, por que puedes terminar mal. Dios nos entregó a cada uno lo que verdaderamente necesitamos para destacar en la vida.
Espero que te haya gustado el post El águila, el cuervo y el pastor, Fabulas cortas de Esopo con moraleja apóyanos haciendo un click en me gusta, un tweet, ó dejando un comentario.
Uuuuuuu
ResponderEliminarme gusto mucho el cuento del pastor mentiros
ResponderEliminarMe enseñouna buena lección la moraleja, y me gustomucho, porque es verdad de que Dios nos dió la vida, y que no hay que imitar a otras personas, Adiós 😘😘😘
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