De igual modo el asno de inmediato se fué a buscar y comer algo de pasto que había en la pradera cuando de pronto el perro que también estaba muy cansado y hambriento, le dijo:
- Estimado asno yo también tengo hambre, ¿Me darías un poco de pan que hay en la cesta que llevas encima por favor?
A lo que el asno le respondió:
- Mejor ¿Por qué no esperas un rato más hasta que despierte el Amo y te dé el mismo de comer?"
El Perro luego de escuchar la respuesta del asno se dirigió a otro lado de la pradera. Es entonces que mientras que el Asno seguía comiendo su pasto apareció un hambriento Lobo que se abalanzó de inmediato sobre el Asno para devorarlo. En eso el Asno sorprendido gritó por ayuda al perro diciéndole:
- ¡Socórro! ¡Sálvame amigo Perro!
El Perro, respondió:
-"Mejor, ¿Por qué no esperas un poco más hasta que despierte el Amo y te salve?"
Moraleja de la fábula de el Asno, el Amo y el Perro:
Brindar ayuda al prójimo cuando lo necesite es lo justo que podemos realizar. Si eres de las personas que no colaboras con el resto que necesita, no esperes que ellos acudan cuando tu necesites de ayuda. No debemos llegar a la venganza si nos niegan algún favor que solicitamos, debemos al contrario enseñar y demostrar a esa persona que tú puedes ayudarlo sin interés de por medio.
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